La Revolucionaria y el Perdón

El revolucionario no tiene apetito de perdón, porque odia el don que le parece sospechoso y el otro con el que podría haber sellado el futuro.

Para el revolucionario, movido por la envidia, la única forma de perdón que le es específica pasa por la humillación o la muerte de su adversario para celebrar su merecida victoria sobre un rico.

La tradición sirve para recordar

La tradición exige una conversión permanente. ¡La tradición no es un picnic! La tradición exige un esfuerzo constante. Y hasta el esfuerzo más importante: no olvidar. La tradición se trata de no olvidar y requiere un esfuerzo repetido para recordar. No puede existir sino por este movimiento de ida y vuelta entre el significado que da y la comprensión de este significado a través de su actualidad.