Monsieur Ouine , una de las mejores novelas francesas del siglo XX, ofrece muchas respuestas al mundo moderno a medida que avanza. Las pocas citas que siguen dan una idea del Mal insinuado por todas partes.
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En un librito ácido ( De la France , traducido por Alain Paruit. L'Herne), Emil Cioran, dio una respuesta al malestar francés. Explicó lo apegado que estaba al aburrimiento, pero distinguió dos tipos de aburrimiento: el que abre "sus puertas al infinito", "como extensión en lo espiritual de un vacío inmanente del ser" y el que piensa como uno de los los males más importantes de Francia, su aburrimiento “desprovisto de infinito”. Él lo llama "el aburrimiento de la claridad". […] el cansancio de las cosas entendidas”.
Ella se ríe de su frase. Tenía un madrigal en los labios sobre su corazón suspendido; pero no lo pronunció, porque le disgustaba prolongar el diálogo en este tono falso y ligero y estropear así su goce íntimo. Él estaba en silencio.
Notas de Histoire du catholicisme de Jean-Pierre Moisset (capítulo 9: El choque de la modernidad (mediados del siglo XVIII - 1870).