Las virtudes del aburrimiento

En un librito ácido ( De la France , traducido por Alain Paruit. L'Herne), Emil Cioran, dio una respuesta al malestar francés. Explicó lo apegado que estaba al aburrimiento, pero distinguió dos tipos de aburrimiento: el que abre "sus puertas al infinito", "como extensión en lo espiritual de un vacío inmanente del ser" y el que piensa como uno de los los males más importantes de Francia, su aburrimiento “desprovisto de infinito”. Él lo llama "el aburrimiento de la claridad". […] el cansancio de las cosas entendidas”.

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Apuntes sobre El niño de la voluptuosidad

Apuntes sobre L'Enfant de Volupté de Gabriele D'Annunzio.
P 58. Entre el obelisco de la Trinidad y la columna de la Concepción, suspendí exvoto mi corazón católico y pagano.

Ella se ríe de su frase. Tenía un madrigal en los labios sobre su corazón suspendido; pero no lo pronunció, porque le disgustaba prolongar el diálogo en este tono falso y ligero y estropear así su goce íntimo. Él estaba en silencio.

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Los gritos del espía de Onfray

Entonces Onfray leyó un libro que revelaba el tejido de Ernst Jünger… Michel Vanoosthuyse: Fascisme et literatura pura .
Revela –nos dice siempre el autoproclamado filósofo de la sensualidad– que Jünger siempre fue fascista y que pasó años, gran parte de su vida, medio siglo, borrando las huellas de aquellos años fascistas. Cualquiera que se haya codeado con Ernst Jünger, incluso desde lejos, solo puede sonreír ante estas declaraciones. Ernst Jünger fabricando su vida para la posteridad es grotesco. Jünger siempre ha sido la antítesis de este personaje maquiavélico al que Onfray creía haber sacado de quicio en el transcurso de un libro. Finalmente, darme cuenta de que este libro de M. Vanoosthuyse fue publicado por Agone editions terminó por hacerme sonreír, uno podría esperar que M. Vanoosthuyse pasara más tiempo aprendiendo de Jünger que llevando a cabo una cacería de brujas a su alrededor. La contraportada es así singularmente desprovista de inspiración ya que termina con estas palabras: “lo que encubre la entrada de un autor con pasado fascista en la literatura 'pura'. “¿Kesako? ¿Jünger sería el único autor de derecha (resumo aquí el pensamiento de estos señores de izquierda que le dan un sí o un no al fascista) en entrar en la literatura? ¿Qué es la literatura pura? ¿Literatura de izquierda? Empieza mal para las ediciones de Agone que desde la contraportada no muestran gran dominio editorial...

En cuanto a Onfray, entendemos a lo largo del artículo que solo le preocupa una cosa y en esta perspectiva podríamos entenderla: es la libertad, la extraordinaria libertad de Jünger a cualquier edad, en cualquier momento hasta sus últimos días. Michel Onfray no entiende nada de la libertad de Jünger. Así que al no entender nada, quiere odiarla. Quiere demostrar que es un subterfugio. Y Jünger pasó medio siglo dándole forma.

Porque todavía debe haber sido el esfuerzo de toda una vida para Michel Onfray. Que hizo falta este libro para ser negado como él admite. Solo podemos reírnos, Michel Onfray es hacedor cuando quiere. Y nos toma por calabazas. ¿Quién creerá por un solo segundo que alguna vez amó a Jünger? Si Onfray dice que ama a Jünger es porque se está luciendo. El luce bien. Él sostiene. Él quiere decir. Yo soy. Yo pienso. Amplitud de miras. ecumenismo. Introspección. Espíritu crítico. Tolerancia de nuevo. Tolerancia siempre. Buena conciencia. Sí, es más que eso. Michel Onfray podrá pasar varias vidas borrando las huellas, será fácil exhumar todas las veces que ha pretendido.

Es una pena, Michel Onfray también sabe decir ciertas cosas que no son de su clan, de su bando, de su familia política. A veces sabe pasar desapercibidos y reconocer la honestidad en sus adversarios. Pero siempre tiene que dejarse llevar, siempre tiene que enroscarse, mediar para que engañe… Tanto lío. Es difícil entender cómo Michel Onfray puede encontrar algún interés en el librito de Michel Vanoosthuyse… La impresión que da es equivalente a la de un hermoso perro con el pelo brillante revolcándose en el fango.